Relaciones familiares fuera de lo común
Todos parecemos estar de acuerdo en que, para considerarse una familia y tener sentimientos de parentesco entre las personas, no siempre es necesaria la relación consanguínea: en este caso, los sentimientos de pertenencia y cercanía nos hacen considerarnos los unos a los otros como personas cercanas, desarrollando los mismos lazos afectivos que con nuestros parientes de sangre.
Pero, ah, ¿qué pasa cuando la situación es al revés? El tener sentimientos amorosos hacia un familiar cercano, ya sea por matrimonio o con consanguinidad, ya no está tan bien visto ni tan aceptado como lo anterior. Sí, amigos, me refiero al incesto, esas relaciones entre parientes que en algunos lugares del mundo es incluso un delito, y que a muchos de nosotros nos suena familiar gracias a los videos porno. Porque pocas webs para adultos habrá en la que la categoría «incestos» o «sexo familiar» no sea una de las más visitadas, y que más morbo creen entre sus visitantes. Y es que todo lo que tenga un cierto tufillo a prohibido es precisamente lo que más atracción acaba por generar.
Sí, como digo, la gran mayoría conoce esto del incesto gracias al porno online, y pensamos que en realidad eso ya no ocurre, que todo es cosa del pasado, por mucha expectación que pueda suponer. Pero ah, resulta que estamos equivocados, pues las relaciones incestuosas se siguen dando en la actualidad, más frecuentemente de lo que creemos, y seguramente en gente que ni te esperas. Y es que tengo dos datos para probar esto: lo primero, el que esté penado en ciertos países o estados del mundo, lo que significa que las autoridades están al tanto de esto; y la segundo, la cantidad de famosos que cometieron incesto, bien conocidos por todos y que sin ningún pudor lo hicieron público.
Más allá de conflictos éticos y de lo que puedan opinar unos y otros, el principal problema de las relaciones entre familiares, sobre todo a nivel íntimo y sexual, es la endogamia. La reproducción entre familiares consanguíneos puede tener bastante complicaciones, y si bien pueden no ser visibles o desarrollarse en primera generación, pueden arrastrarse genéticamente hasta algunas otras más tardías. Realmente, esto parece preocupar bastante a los estudiosos, que ya han podido comprobar en otras especies animales lo que podría suceder si se desarrollan problemas endogámicos; realmente, la evolución de la especie queda mermada, y en ocasiones incluso desaparece debido a la esterilidad.
Sin embargo, el concepto de incesto no siempre ha sido considerado como un mal mayor, ni siquiera mal visto por la sociedad del momento. De hecho, en la antigüedad estaba bastante extendido, y en la clase alta incluso se preferían esta clase de uniones entre familiares antes que de alguien externo. La realeza ha mantenido durante milenios su carácter superior gracias a la línea de sangre, con lo que reproducirse entre ellos era la manera más sencilla y fiable de salvaguardar la estirpe. El resultado de esta idea se pudo ver bien en la época moderna, cuando grandes casas reales europeas, que habían estado casándose entre ellos durante siglos y que llegaron a un momento en el que todos eran parientes en mayor o menor grado, experimentaron grandes problemas a causa de la endogamia, como las malformaciones, el retraso físico o mental, y la incapacidad para generar vástagos sanos, dándose incluso la esterilidad total.
Así que, como puedes ver, hay muchas formas de convertirse en una familia más allá del compartir genética; sin embargo, cuando se comparte la misma sangre, hay ciertas normas morales, y otras sociales, que hay que seguir si uno no quiere sentirse rechazado.